.


Hemos olvidado nuestra sombra en una ciudad de Asia. Se han quedado nuestros sueños en los desiertos de Taklamakán. Ümit Yasar Oguzcan, Un mundo para dos.




2/7/18

El sueño de Adonis, de Antonio Corradini, en el Museo Nacional de Escultura




Hasta finales de julio permanecerá expuesta esta obra del escultor barroco italiano Antonio Corradini (1688-1752) en el Museo Nacional de Escultura de Valladolid. Es propiedad del MET, The Metropolitan Museum de Nueva York, aunque durante una buena parte del siglo XVIII perteneció a la veneciana Familia Sagredo. Se trata de un intercambio entre el museo neoyorquino y el vallisoletano. El MET está realizando una exposición temporal, titulada Like Life: Sculpture, Color and the Body donde, a través de setecientos años de escultura europea, se refleja la visión sobre el cuerpo y las creencias que lo sublimaron. Es en este sentido en el que se incluyen algunas obras del barroco español, entre ellas el Cristo yacente de Gregorio Fernández, que habitualmente figura en el museo de nuestra ciudad. 






El mito de Adonis, que no es sino la adaptación griega del Tammuz semítico de Babilonia y Siria, lo explica bien J.G.Frazer en su obra La rama dorada: "Reflejada en el espejo de la mitología griega, la deidad oriental se presenta como un apuesto mancebo amado por Afrodita. En su infancia le ocultó la diosa en un cofre que entregó a Perséfona, reina del mundo inferior, Pero cuando Perséfona abrió el cofre y comprobó la belleza del niño, se negó a devolverlo a Afrodita, aunque la diosa del amor bajó al infierno para rescatar a su amado del poder de la tumba. Esta disputa entre ambas diosas, la del amor y la de la muerte, fue resuelta por Zeus, que decretó que Adonis habitara con Perséfona, en el mundo subterráneo, una parte del año y con Afrodita, en el mundo superior, la otra parte. Al fin, el hermoso mancebo fue muerto en una cacería por un jabalí o por el celoso Ares, que se transformó en un verraco con el designio de conseguir la muerte de su rival. Amargamente lamentó Afrodita a su amado Adonis perdido. En esta forma del mito, la contienda entre Afrodita y Perséfona por la posesión de Adonis refleja claramente la lucha entre Istar y Allatu en el país de los muertos; mientras que la decisión de Zeus de que Adonis permaneciese una parte del año bajo el suelo y otra parte sobre el suelo, sólo es la versión griega de la desaparición y reaparición anual de Tammuz". 






El exquisito Adonis de Corradini, realizado en mármol de Carrara, busca salvaguardar la belleza entre los dos extremos, la vida y la muerte, con esa actitud de apacible serenidad en el rostro y un cuerpo yacente más propio del sueño que de la muerte. Uno lo compara con el Cristo de Gregorio Fernández, ahíto de dolor y agonía, que suele estar ubicado en ese mismo espacio y piensa a su vez en el eterno diálogo de los mitos que nos proporcionan las obras de arte heredadas del pasado.






3 comentarios:

  1. Que maravillosa capacidad, don, hacer de la piedra, con ella, estas formas, estos cuerpos, darle a la roca la posiblidad de ser más bella todavía, casi transmitirle vida.
    Exquisitas las manos (y el pensamiento) que lograron ese rostro, esa expresión (sin subestimar, por supuesto, la belleza de cada parte, del todo en conjunto)

    Otra maravilla el poema de Ümit Yasar Oguzcan
    Gracias

    m.

    ResponderEliminar
  2. Magnífica exposición, si señor! Deduzco que Frazer, cuya rama leí en su día y me acabó aburriendo, correlaciona la historia del bello púber con la de Ceres.
    Aplicando la mitología a la sociedad actual observo los gustos de la diosa del amor por el amado y compruebo que siguen activos. Bien diferente a lo que se pretende vender en la actualidad.
    La envidiosa ira de Ares resulta peligrosa, aunque se disfrace de impotencia, ante cualquier inocente. Ares solo se trata de un violento vehículo reproductor cuya impositiva energía se inclina hacia la supremacía de su carga genética y de su placer por el dominio. Nada que ver con la ternura del amor afrodisíaco por el que la diosa estará dispuesta a bajar al averno. .... me parece :)
    Respecto a Zeus , ay ese condenado sabelotodo tan vanidoso. Y además representando la justicia! Mejor m’en vaig. No te extrañe que físicamente resida en tierra de Diana. Todo se muestra “casualmente” relacionado en mi existencia.
    Afortunadamente para ellos, muchos ni se preocupan en plantearse o encontrar relación alguna, les basta con reproducir lo escuchado ... y no resulta tan malo pues se libran del cruel averno. Aunque a los aventureros nunca les valdría.

    ResponderEliminar
  3. Muy buen reportaje, celebro haber encontrado tu blog gracias a tu visita en el mío.
    Antonio Corradini fue un gran escultor, admiro sus imágenes con velos, su Cristo velado es un auténtico monumento.
    Saludos
    Francesc Cornadó

    ResponderEliminar