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Hemos olvidado nuestra sombra en una ciudad de Asia. Se han quedado nuestros sueños en los desiertos de Taklamakán. Ümit Yasar Oguzcan, Un mundo para dos.




13/10/18

Samuel Salcedo y sus desnudeces




Prometí ofrecer otra parte de la exposición de Samuel Salcedo en la Galería 3 Punts. Las desnudeces compiten entre ellas. ¿Hasta qué punto el material concede una expresión diferente a las obras? Ese hombre desnudo, más carnal, próximo a la realidad o metarreal, que tal parece, provoca en el espectador reacciones espontáneas. Casi sugiere que el hombre colgado en una especie de hornacina o el que se contempla en el espejo o el que se pone el cucurucho y la nariz de payaso son personajes para observar de paso, que solo el espectador más curioso o morboso desea contemplar con detenimiento. Buscando ¿qué? ¿El detalle hiperrealista, los gestos de su rostro, la actitud exhibicionista cuyo solo objetivo parece ser la propia figura? Como si el mensaje fuera: qué fría es la desnudez de un cuerpo de hombre, donde el canon de la belleza al uso no domina y el porte del guerrero ha desaparecido para convertirse en el hombre corriente que se observa a saltos cada día. Pero ¿quién puede decir que estos hombres desnudos de Salcedo no están cargados de humor y de ironía?

A samuel Salcedo le gusta enmascarar de alguna manera a sus creaciones. La resina policromada se presta al talento imaginario del artista. Leo en una entrevista que hicieron a Salcedo en la web Metalmagazine: "Me gusta la idea de la máscara, de la careta, no es un concepto muy complicado. A veces nos ponemos la careta y nos disfrazamos. Este hecho de disfrazarte, de ocultarte tiene un significado. Mis personajes están desnudos o medio desnudos, están escondidos, están ocultando el rostro detrás de un disfraz de animal, muchas veces." Aunque la exposición aquella de Galería 3 Punts no ofrecía esculturas especialmente enmascaradas, la idea de alteración mostraba la desnudez como una manera de exhibir el cuerpo que no es ordinariamente visible: "Cuando nos ponemos una máscara creemos que los demás están viendo algo que realmente no es, pero nosotros no sabemos lo que los demás están viendo. A lo mejor te arreglas, te pones súper guapo y los demás te ven ridículo y tú estás convencido de que estás súper bien. Me gusta mucho trabajar con la idea de incomodidad, de personajes que están con una careta medio disfrazados porque a todos nos puede pasar en un momento de la vida. A lo mejor estamos sobrepasados por las circunstancias, en la vida no puedes controlarlo todo y este punto de incomodidad es un poco el leitmotiv de mi obra" ¿Puede ser, por lo tanto, la propia desnudez una especie de enmascaramiento?   




Muy diferente esta otra muestra, aunque no alejada del todo de la anterior, en que el color broncíneo oscuro dota de otra apariencia al hombre erecto o en que la cabeza de largo cuello-tallo transmite otra antropología y otro significado. Más severo, más arcaico incluso, pero no menos dotado de una expresión perturbadora.






2 comentarios:

  1. La figura que se mira en el espejo de medio cuerpo solo mira complacido como le sienta su corona, nosotros vemos también su desnudez.
    Me atrapa lo bien que expresa esta idea el autor.
    Se agradece que nos hagas llegar estas exposiciones con unas fotografías y unos textos tan buenos.

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    1. Gracias, pero es de hace varios años esta exposición en concreto. Supogo que el autor seguirá en activo.

      Es como tú dices: la estatua muestra su complacencia para que nosotros observemos y reaccionemos a nuestro modo. ¿No hay personajes así alrededor nuestro? Naturalmente a muy pocos vemos en sus desnudeces. Por eso el mensaje me parece además provechoso.

      Gracias de nuevo.

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